Texto:
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven ya no
vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos" (2 Corintios
5:14-15)
En el contexto de estas palabras el apóstol trae a consideración las razones de
su fidelidad en el ministerio, o nos dice por lo cual se expuso a un trabajo
tan duro, de tanto peligros y tantas calamidades.
Aquí el cita tres grandes motivos: Primero, su esperanza de una bendita
inmortalidad: "Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda
temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha
de manos, eterna en los cielos" (v1).





